El Monte Mihara es un volcán activo en la isla japonesa de
Izu Ōshima conocido por ser destino de suicidas y que a partir de una historia
ocurrida en 1933 se volvió popular para quienes querían terminar con su vida llegando
a cerca de 900 muertes en su haber y tantos más de intentos en poco tiempo.
El hecho que le brindó la fama fue protagonizado por la joven Kiyoko
Matsumoto que según se cuenta decidió desde un punto cerca de la parte superior
del cono saltar al cráter influenciada por sentimientos profundos de un amor desaprobado
por su familia y la sociedad, se había enamorado de otra mujer , su compañera Tomita
Masako.
Temiendo que sobre su familia recayera la vergüenza más cruda y la deshonra pública, estuvo sufriendo en silencio, escondiendo miradas y reprimiendo emociones.Tampoco se sabe si su amor era correspondido o no ya que diversas versiones y mitos fueron creados durante los siguientes años pero lo que no se puede negar es que el lugar se convirtió en un símbolo muy influyente aumentando el turismo de la isla y de quienes imitando lo sucedido se lanzaban al interior del volcán. Tanto fue así que se limitaron los boletos de viaje y las fuerzas de seguridad japonesas tuvieron que construir una cerca significativa alrededor para frenar el número de suicidios.
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