Encendió una vela negra con un mechero rojo. Le gustaba el aroma. Cuando
era pequeño, le encantaba llegar a su casa y sentir un agradable olor.
Quizás el buen aroma limpiaría su mente de malos recuerdos. Todavía no
lo sabía, pero quería averiguarlo.
Observa una foto, allí estaba toda su familia, sonriendo. Cerró los ojos
y apretó la foto contra su pecho. Toda una vida a su lado y él los
había despreciado tanto... pero era tarde, tarde para corregir los
errores y tarde para sanar las heridas que gracias a él existían.
- La vela se apagó. De repente, hacía frío...
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