La actividad era simple. Quemar tu pasado y guardar tus deseos futuros... Todo era ilustrado con dibujos.
El único problema, no podía dejar de ver mi pasado como problemas de mi presente.
Bien dicen por ahí que tus problemas se encargan de seguirte como fantasmas que te aterran con cada recuerdo.
Muchas veces llegue a pensar en suicidarme. Mi padre lo tomo a juego, mi madre ni enterada esta.
Después de pasar esto con mi familia más cercana ya no considere a mis amigos una opción. Al menos no a todos.
Hace tres años, me veía obligada a tomar terapias, para seguir con el lío académico. La terapeuta quería medicarme.
Fue cuando lo deje.
Eh intentado mantenerme de pie, ante todos los gritos de la casa, escuela, mi propia cabeza, me eh mantenido incluso si es derramando lágrimas todos los días. Mi hermano menor, es una gran inspiración incluso hoy día.
Me ayuda a despejar por unos momentos mis pensamientos negativos.
Pero los recuerdos que me atacan, me hacen saber que aún no están resueltos mis problemas. Los pocos amigos que saben de esto, dicen que soy fuerte. Realmente soy frágil y cobarde. Si no me eh matado es sólo porque mis manos tiemblan al sostener una navaja, o mi garganta se niega a tragar las pastillas.
Escribo como recordatorio de que aún sigo viva, como si alguien fuera a leer esto. Escribo lo más sincero que puedo, en un mundo tan plástico. Escribo con la esperanza de que alguien noté mi último suspiro, mi último grito en silencio.
Escribo y tú que me lees, quizás comprendas lo que es sentir esa desesperación, ese rencor que proyectas para ti mismo en silencio enfrente del espejo.
Quizás comprendas mis acciones un poco más que los demás.
Lo chistoso es que aún camino con esperanza de encontrar una solución para matar a mis fantasmas o para acabar con las voces que me gritan implorando una libertad.
Seguiré, hasta que mi cabeza explote y mi cuerpo no respire, quizás siga hasta que pueda matar a mis fantasmas del pasado, mis demonios del presente y mis monstruos del futuro.
Sea cual sea la solución que encuentre, prometo seguir andando, dejando un poco mis raíces de lado.
Escrito por ClaudiaSoriano en Cuéntanos a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario