¿Por qué lo hiciste?

¿ Recuerda cuándo fue la primera vez ?, porque yo no la puedo determinar, es que solo era una niña que ni siquiera iba a la escuela.

¿ Recuerda las veces que me dijo "es nuestro secreto" hasta que lo comprendiese ?, que no nos tenían que ver porque se iban a enojar, pacto de silencio implícito sin otra posibilidad más que aceptar.

¿ Recuerda que no le tenía miedo y que también lo solía buscar ?, porque era la manera de castigarme por mi forma de ser, recordando el asco que soy y al punto al que llegué».

A medida que fui creciendo y comprendiendo lo que estaba haciendo le odié y me odié.

Soy una piedra en el engranaje

Mi vida casi termina en el momento en que transcurría mi educación en la preparatoria y hoy luego de algunos años he vuelto a ingresar al edificio de aquella institución por motivos burocráticos… “muertos siguen matando jóvenes”, eso es lo que comprobé.

Han cambiado algunas cosas desde la última vez, todo lo que odiaba se ha intensificado, este sistema se ha descontrolado.

Me recibieron rejas que llegaban hasta el techo tras rejas automatizadas eléctricamente a las que a la distancia observaban y te abrían (esa era una libertad que en mi tiempo por lo menos aún tenía). Parece una cárcel,  pero no temen que se escapen los alumnos sino que pretenden asustar sus espíritus para que no se escapen aquellos obligados ideales. Es irónico porque el temor infundido aniquila el amor por el aprendizaje, que por otros medios he logrado revivir, solo les importa la obediencia ante principios irracionalmente adquiridos que solo llevan a un mismo camino… “frío dinero, el tiempo no debe perderse, frío dinero, sin él te mueres”.