sábado, 29 de noviembre de 2014

Diario de un Suicida

¡Quiero escribir! Durante días, meses, años. Vomitar letras claras y fuertes frente a la pantalla de un ordenador.

Contar mi vida, mis sueños, vidas que imagine con sueños que imagine. Poder estar toda la eternidad plantándole cara a un diario, el alma abierta, liberando cosas hasta que ya no quede nada.

Jura y perjura: ella está segura. Nunca, absolutamente nunca, volverá. No quiere volver conmigo, no me ama, ni me volverá a amar jamás, haga lo que haga o diga lo que diga. No hay solución, tampoco sentido, y ni un resquicio donde exista la esperanza. Pienso por primera vez en suicidarme, en darme muerte, quitarme de en medio de la manera más rápida y silenciosa posible. Es más que un pensamiento, una decisión. No tengo ganas de vivir.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Para mamá y papá

Yo no quiero ser miserable para siempre, porque es muy doloroso.

Y sé que voy a extrañar lo que ustedes hacen, pero créanme: Con el tiempo, los malos sentimientos desaparecen y lo que queda son solo los buenos recuerdos.

Yo sabía que era diferente. Todas las chicas estaban interesados en los niños y yo me he quedado atrapado en un mundo de fantasía e inexistente.

Yo no había cumplido quince años y ya estaba muriendo. Cada día que pasaba me moría un poco, pero yo no sabía cómo pedir ayuda. Mi mente se había convertido en un mar de dudas y desesperación. Mi alma estaba ya en proceso de descomposición, y mi disgusto para mí sólo aumentó.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Sentado en el suelo frío

Sentado en el suelo frío de mi habitación, escucho voces gritando en mis oídos "Mata a todos de una vez, no vales nada y nadie te va a echar de menos " 

Mis pensamientos confusos y atormentadores no me dejan en paz. Es el momento de agarrar la cuchilla. Puedo sentir la sangre corriendo, y automáticamente un alivio, pero no parecía suficiente, y necesitaba más.

Me senté allí durante unos minutos más, pensando en todo lo que debo hacer, y no veo ninguna razón para seguir viviendo, porque yo ya estaba muerto desde hace mucho tiempo.

Yo era demasiado débil e inútil. A nadie le importaba de todos modos, así que ¿qué diferencia habría?
Me levanto y voy a tomar una hoja de un viejo cuaderno lleno de garabatos. Así que empiezo a escribir en esa hoja donde mis lágrimas caen,

"Papá y mamá. probablemente cuando alguno de ustedes lea esta carta, yo ya voy a estar en un lugar muy lejos de aquí, y probablemente, ustedes van a estar preguntándose por qué lo hice , ¿No es cierto?

 Pero, por favor, no me quiero sentir culpable, sólo quiero pedir disculpas por no ser el hijo que esperaban que fuera.Mamá, sé con qué frecuencia te has despertado en la noche por mis lágrimas, y sé lo mucho que has luchado por mí. 

Piensen en mi

De verdad no se como escribir una carta de suicidio...

Bueno. Hola, estoy aquí para decir Adiós a la gente que me hizo bien y el mal. De hecho, yo se que cada uno de ellos me ha hecho un mal diferente, algunos en el contexto de la escuela, otros en la casa. La mayoría nunca se detienen a pensar si me dolió.

Nunca se detuvieron a pensar si el hecho de que yo estuviera siempre tranquilo y de buen comportamiento tuvo algo que ver con la depresión que vive en mí.

La gente siempre está más preocupada por sus propias vidas, sus propios problemas y muchas veces no se dan cuenta que la otra persona necesita ayuda.

Yo solo quería escribir esta carta.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Un paso

Un paso, estoy en el borde de la cornisa.

Caer al vacío.

Un paso y todo se termina.

Un paso.

El dolor va a dejar de existir.

Ya no voy a llorar más.

Ya no va a doler más el pecho.

Ya no me van a atormentar más mis demonios.

Un paso y todo se acaba.

Escrito no identificado

martes, 4 de noviembre de 2014

El mejor del cementerio


Quería ser el mejor en todo, y no consentía que nadie fuera mejor que él. No soportaba quedar por debajo, y eso le hizo encerrarse más en él mismo, e ir perdiendo los amigos que hubiera podido hacer a lo largo de su vida que eran muy pocos. 

Siempre estaba pendiente de todo lo que hacían o conseguían los demás. Pero no era de la sapiencia o el comportamiento en lo que intentaba ser mejor. El sólo quería tener mejor coche que su vecino, mejor casa, mejores muebles. 

Si alguien hacía un viaje, él hacía otro más grande, si un compañero de trabajo hablaba de que se había comprado un nuevo televisor, el suyo tenía que ser el de más pulgadas, y eso le obligaba a pedir dinero a los bancos, porque no tenía bastante con lo que ganaba. Pero era tanto lo que compraba, que cada vez su deuda era mayor, y llegó a arruinarse por no poder pagar.