En mi brazo nada una lágrima
que arrastré al limpiar mis ojos,
las venas laten en mis muñecas
por el terrible dolor
de la Gillette cortando mis venas.
Ya no necesito verte ni extrañarte
para saber que estás ahí,
no encuentro placer en fingir
que imagino besarte,
porque ahora vives dentro de mí.
Ya no necesito tu aliento
para imaginarme tus besos
porque ya comprendí que no serán míos.
Tan lejos estas de mí,
que ya no ansío tu llegada,
sé que en el olvido me encuentro
y que solo soy una pena en tu recuerdo.
Pero en mis sueños
aun puedo recordar tu rostro,
en los que tus hermosos ojos
pueden observar mi rostro.
No hay necesidad de despertar,
ahora solo necesito estar en soledad,
derramar una lágrima de tristeza,
cortar mis venas
y volar lejos de esta realidad.
Escrito por Quirón en Cuéntanos a todos.
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