En búsqueda del valor necesario

No sé si pueda hacerme entender claramente pero trataré de hacerlo lo mejor posible, aunque no tengo dudas de que algunos solo califiquen mi reflexión y  experiencia nada más como algo subjetivo , también tengo la certeza de que muchos se sentirán identificados. La existencia de páginas como estas y de quien está leyendo mis palabras ahora, buscando lo que yo busqué en aquel tiempo, confirma que no solo fue un sentimiento propio sino uno común a muchos.

Hace algunos años cuando comenzó en mi esa idea de que tal vez ya era hora de abandonar la existencia, de que ya nada me conmovía, que nada quería y que no valía la pena aguantar para comprobar lo que ya sabía que iba a pasarle a mi vida y mi mente,  se le sumaba entonces la obsesión por el “apagado”, generándome ansiedad en cada minuto, en cada respiro. Fue allí cuando comencé a investigar la forma más conveniente de lograrlo, los métodos y sus probabilidades.

Pero de lo que les quiero hablar  sucede luego de todo eso, cuando ya tenemos un abanico de posibilidades más o menos accesibles, cuando lo único que falta es dar el paso final, encontrar el valor necesario para la última acción.

Para obtenerlo hay gente que realiza diferentes actos y como tuve la posibilidad de conocer a varias personas en este estado  es que quiero comunicárselos. He visto a muchos que quieren conseguir esa fuerza haciéndose odiar por los demás, decepcionando e incluso traicionando la confianza, quieren sentirse lo más solitario y mal posible logrando así una emoción tan fatalista que despeje toda duda de sus mentes y los impulse al vacío; necesitan que se enojen con ellos, que les digan que deben morirse, que estarían mejor si no existiesen.

Hay otros que optan por buscar historias y ver videos reales en internet de gente que se suicida frente a las cámaras, de asesinatos y de la crueldad humana; quieren con lo primero identificarse con quien muere en el video, saber la resistencia del cuerpo y el dolor que pudo sentir “eso debió ser más doloroso de lo que estoy a punto de hacer, y él pudo soportarlo …”. Y en el caso de la búsqueda de la bajeza de la sociedad quieren lograr el desarraigo y odio total, el asco absoluto para con la vida y los humanos. Esa pasión y odio desenfrenado por destruir el mundo se vuelca en la destrucción del propio cuerpo, “si yo muero , muere el mundo conmigo”.

Y por último y sin dudas el más directo es la organización de un “suicidio colectivo” o en pareja ya que muchos lo quieren de ese modo porque saben que es la única forma donde ya no tendrán retorno, porque desde ese momento su vida cambiara para siempre al ver a otra persona morir delante suyo, donde creen que si fallasen, con las consecuencias posteriores, sería mejor no estar vivo, por tanto el empujón también queda en la disolución de un futuro más tranquilo. Ellos piensan que su mente tomará el valor del otro: “si él pudo, yo podré también”. Además es sabido que al estar alguien mirándonos sacamos todo el valor posible para demostrar nuestra fortaleza y pienso que de ahí viene esa situación tan común que es la de suicidarse frente a otras personas o el amenazar a hacerlo, más allá que la gente ordinaria suela creer que el único motivo sea llamar la atención.

Conocidos y yo mismo, hemos tenido esas conductas sin darnos cuenta de lo que realmente nos sucedía, la finalidad de nuestros actos, lo que buscábamos,  y ahora que me he puesto a pensarlo  todo de manera más detenida y objetiva, por la calma momentánea que el tiempo me otorgó, quería que no se perdiera esta oportunidad de contárselos porque si lo comprenden, de seguro tendrán más paciencia con las personas que encuentren en estos lugares y sus prejuicios quedarán debilitados ya que entenderán que cada uno trata de conseguir el valor a su manera y que la mayoría lo hace mediante las emociones fuertes.

Escrito por LauMoon en Cuéntanos a todos.