No sé si pueda hacerme entender claramente pero trataré de hacerlo lo mejor posible, aunque no tengo dudas de que algunos solo califiquen mi reflexión y experiencia nada más como algo subjetivo , también tengo la certeza de que muchos se sentirán identificados. La existencia de páginas como estas y de quien está leyendo mis palabras ahora, buscando lo que yo busqué en aquel tiempo, confirma que no solo fue un sentimiento propio sino uno común a muchos.
Hace algunos años cuando comenzó en mi esa idea de que tal vez ya era hora de abandonar la existencia, de que ya nada me conmovía, que nada quería y que no valía la pena aguantar para comprobar lo que ya sabía que iba a pasarle a mi vida y mi mente, se le sumaba entonces la obsesión por el “apagado”, generándome ansiedad en cada minuto, en cada respiro. Fue allí cuando comencé a investigar la forma más conveniente de lograrlo, los métodos y sus probabilidades.
Pero de lo que les quiero hablar sucede luego de todo eso, cuando ya tenemos un abanico de posibilidades más o menos accesibles, cuando lo único que falta es dar el paso final, encontrar el valor necesario para la última acción.