¿Y qué hago ahora?

Llevo mucho tiempo intentando sentirme bien, sonriendo, y haciendo que todo el mundo me vea como la chica feliz y divertida, pero... ¿qué hago ahora?

No se cómo controlar tantos pensamientos, siento un dolor interminable y sin explicación, siento que mi vida cada día tiene menos garantías.

No aguantaré mucho más, lo sé, cada vez es peor y un día solo...solo terminare con ella...

No se cómo actuar frente a esto que siento, cada día es peor y ya no creo aguantar más..

El suicidio de Hector Alvarez Murena

H. A. Murena era un escritor, poeta, traductor, narrador y ensayista argentino que murió a los 52 años en 1975. Era culto y poseía un inteligencia extraordinaria. Su carácter era duro y contradictorio. Bebía mucho. Según su hijo Sebastián, demasiado. Tanto, que opinaba que nunca catalogaría a su propio padre de suicida sino de bebedor desaforado. 

Fueron a salvarlo de sí mismo y lo llevaron a casa de su segunda mujer para ver si se recuperaba, pero la tendencia hacia su autodestrucción no disminuyó. Lo encontraron muerto dentro del baño junto a varias botellas de vino. 

Escrito no identificado

¿Mejoró mi vida?

Cuando uno fue "construido" para ser una persona melancólica, ¿tiene uno la posibilidad de cambiar toda su personalidad y manera de pensar?

Yo no sé, pero yo siempre pensé que era imposible. Hoy, de nuevo, he sido arrastrado por mi tristeza.

No entiendo porque me siento así, sin embargo, parece lo más normal del mundo. Supongo que algunas personas están destinadas siempre a sentirse heridas o "sin vida".

"Mi vida no ha mejorado mucho", eso es lo que siempre pienso. ¿Pero, existe la posibilidad de que alguna vez mejoré? No lo creo.

CLICK

Siempre fui un tipo con suerte. Desde joven poseí el don del acierto, y la suerte no me ha abandonado nunca desde entonces. Jamás he dudado en mis apuestas y siempre he salido airoso de ellas. El azar me ha reportado una vida sin aprietos, llena de lujos, que la mayoría de gente ni tan siquiera puede llegar a soñar.

Nunca han faltado a mi alrededor preciosas mujeres, ropa cara y coches a la carta. Pero amigos, es una cosa curiosa esto de la suerte, el ganar siempre acaba por convertirse en una carga pesada. La suerte en exceso termina por ser algo demasiado envidiado y el receptor de la suerte, la materialización de esas envidias. Ahora me doy cuenta de que todo el mundo que pasó por mi vida no fue más que por mi suerte, quizás con la intención de conocer mi secreto o de beneficiarse de algún modo de mi don afortunado.

Despertar con amnesia

Pasé por todos los lugares que solíamos pasar el rato. Pensé en nuestro último beso, cómo se sentía la forma en que besabas.

¿Estás en alguna parte sintiéndote solitaria a pesar de que yo tenía razón?¿Cuando tú me decías esas palabras que hacen daño, leías los que yo te escribía?

A veces me pongo a pensar, ¿era sólo una mentira? Si lo que teníamos era real, ¿cómo puedes estar bien?

Porque yo no estoy bien del todo. Recuerdo el día que me dijo que te ibas. Recuerdo el maquillaje corriendo por tu cara. Y los sueños que dejaste atrás. Al igual que todos y cada deseo que hemos tomado. Me gustaría que pudiera despertar con amnesia. Y olvidarte de las pequeñas cosas estúpidas.

Quiero desaparecer

Estoy muy avergonzado de mí mismo. No, mi vida no está llena de desesperación constante, y no he perdido a nadie importante para mí. En realidad nada malo me ha pasado. Aun así yo realmente quiero desaparecer.

Mis amigos son mucho más distantes de lo que eran antes, y yo no puede mantener una relación estable entre yo y mis padres. Siento que hay un agujero donde debería estar mi corazón, y lo único que me hace sentir mejor es la lectura. Si hablo con alguien, probablemente me dice que deje de quejarme, y que mi vida es mucho mejor de lo que creo.