Para las religiones cristianas, incluyendo la religión Católica, el suicidio lleva al infierno eterno. Entiendes, no un millón de años o 10 billones de años, sino más allá la eternidad.
Para los budistas e hinduistas, el suicida reencarnará y tendrá que sufrir en su próxima vida los mismos problemas.
La mayoría de las religiones no aceptan el suicidio. Les daré mi punto de vista. Se dice que existe el Cielo, el Purgatorio y el Infierno. El Cielo y el Infierno son eternos, mientras el purgatorio es temporal.
En Francia hay un pueblo llamado Ars. Ese pueblo es muy conocido, ya que hace ya varios siglos existió un sacerdote muy especial, conocido como el Santo Cura de Ars. Este sacerdote tenía el poder de ver los pecados de las personas sin que esta se los confesara. Eso sorprendía mucho a la gente y por esa razón se iban a confesar con él.
Una vez apareció una mujer llorando y le dijo al cura que su esposo se había tirado de un puente. Le dijo al sacerdote que su esposo se había condenado eternamente. El sacerdote con una voz tierna y firme le dice que su esposo no se condenó, sino que se salvo. Ya que entre el puente y el agua se volvió hacia la misericordia de Dios.
Lo que les quiero decir con esto, es que no solo una persona que se suicida en estado de locura se puede salvar. Dios puede regalarle tiempo a una persona que lo hace con pleno consentimiento para que se vuelva hacia su misericordia.
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