cuantos menos hoy sabrán lo que has decido,
subes los últimos metros para luego saltar.
Preguntaste por qué cambió todo con lo acontecido,
¿cuál es la ceguera?, ¿la realidad siempre fue de esta manera?.
Tú que no buscaste remedio en alguna excusa
que acallara el deseo de acortar la espera,
la curiosidad de la nada y su tarea inconclusa,
la culpa en momentos en que el cuerpo complaciera
sus inseparables deseos, solo es sentido por el que queda.
Tu que viste morir a quien enfrente tuyo estaba,
enterraste cuerpos en fosas comunes sin paños de seda
y escuchaste las palabras finales de aquel que gritaba,
seguirás a paso firme hasta el último momento,
hasta que el piso sea convierta en aire suave
y las botas ya no retumben en la memoria del lamento.